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Proyectos vocacionales/laborales con personas en situación de calle (idioma: español)

Proyectos vocacionales/laborales con personas en situación de calle.

Por Lic. Lucía Manusovich

 

Utopía 
(por Eduardo Galeano

Ella está en el horizonte. 
Me acerco dos pasos, 
ella se aleja dos pasos más. 
Camino diez pasos 
y el horizonte se corre 
diez pasos más allá. 
Por mucho que yo camine 
nunca la voy a alcanzar. 
¿Para qué sirve la utopía? 
Sirve para eso: 
para caminar.     

 

Con este artículo se pretende comenzar a pensar cuál sería una adecuada intervención psicopedagógica, en torno a la elaboración de proyectos vocacionales y laborales con personas en situación de calle, teniendo en cuenta la importancia de resignificar nuestro rol en cuanto al alcance de su incumbencia. En el curso virtual Autorías Vocacionales, Alicia Fernández claramente propicia la expansión de la práctica psicopedagógica a terrenos que trascienden el aula y el consultorio: “las experiencias grupales de promoción de autorías vocacionales en espacios comunitarios, pueden extenderse hacia otros sectores de la población que han quedado excluidos de la posibilidad de demandar orientación vocacional.”[1]

Para comenzar a pensar en las personas en situación de calle, resulta necesario comprender que existe un imaginario social[2] que permite el funcionamiento del poder, y que las ubica en una posición de no capacidad de crear, no interesantes, no incluidas en ningún proyecto. Que al mismo tiempo que las exhibe desfachatadamente a través de los medios de comunicación, las oculta o las criminaliza, igualando pobreza con delincuencia. Además, por parte de estos sujetos se asume con frecuencia un fracaso anticipado, alienados bajo una concepción hegemónica[3] que los considera inservibles, inútiles, formando una modalidad de aprendizaje oligotímica[4].

Si bien no existe una cifra unificada acerca de la cantidad, la organización Médicos del Mundo presentó su Informe anual 2011-2012 de "Salud en la Calle" denunciando que 16.353 personas sobreviven en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires[5] Las políticas de los sucesivos gobiernos, han ido oscilando desde medidas asistenciales hasta incluso represivas, sin ninguna haber contribuido a resolver esta cuestión de una manera definitiva. Para ello, sería necesario que este asunto se constituya en política de Estado.  

A partir de esta realidad, los psicopedagogos debemos reflexionar acerca de cuál es la mejor manera para intervenir. Para ello, es indispensable realizar una cierta caracterización. Cuando hablamos de personas en “situación de calle”, nos referimos a sujetos “que carecen de residencia, pernoctando diariamente a la intemperie y/o que se encuentran en una situación socio-familiar vulnerable, sin ingresos, ni trabajo y, en situación de exclusión social”[6]. Dicha población se caracteriza por su heterogeneidad y la multicausalidad de su circunstancia.

En torno a lo habitacional, se destacan los casos con un pasado de institucionalización de larga data (privación de libertad, y principalmente albergue en instituciones de alojamiento permanente), como así también el recorrido por establecimientos de asistencia básica (alimentación, ropa, servicio de ducha, medicación, etc,) Con respecto a la salud, es de destacar la frecuente existencia de discapacidades físicas e intelectuales, consumo problemático de sustancias psicoactivas, diagnósticos psiquiátricos, como así también vivencia de situaciones de violencia física y/o abuso sexual. Los espacio-tiempo transicionales (Winnicott)[7], como los espacios lúdicos de los niños, son indispensables para dar curso a la creatividad. En varias ocasiones aparecen de manera lábil y coexisten muchas veces con actividades vinculadas a la manutención diaria: la mendicidad, el cartoneo y otras changas. La noción de tiempo y espacio está desarrollada en función de la cuidad y su lógica. Las estrategias de supervivencia dan cuenta del desarrollo de diferentes habilidades, destrezas y maniobras para conseguir el sustento necesario para el día a día, lo que requiere una preponderancia del estado de alerta. Por estos motivos, entre otros, se observa que las personas en situación de calle, presentan en general una dificultad en elaborar un proyecto de vocacional y/o laboral, y en poder sostener decisiones vinculadas a la búsqueda y permanencia en un trabajo.

La pérdida de empleo es una causal importante al transitar la emergencia habitacional, y no sólo causa carencias económicas, sino también pérdida de espacios de sociabilidad, es decir parte de la red social de contención y pertenencia. Las exigencias cada vez mayores para acceder, retornar ó mantenerse en el mercado laboral, los bajos ingresos y características propias de esta población (falta de una residencia fija, deterioro físico), son “obstáculos” a los que se enfrentan a la hora de encontrar un empleo.

No obstante la complejidad de la problemática de calle a la hora de pensar intervenciones macro, resulta indispensable reflexionar acerca del rol profesional de las distintas disciplinas que intervienen con ella. Una de las vertientes que desde organizaciones sociales se trabaja es en la búsqueda de empleo y de inserción en cursos y becas destinadas a alcanzar estudios técnicos para una pronta salida laboral. Resulta difícil pensar en trabajar el proyecto vocacional/laboral partiendo de brindar información sobre la realidad ocupacional, cuando subyacen necesidades que dificultan el autoconocimiento y la producción de autorías.

Entonces, como psicopedagogos, ¿por dónde habríamos de comenzar? Con las contribuciones del curso virtual “Autorías Vocacionales”, se podría pensar en una intervención psicopedagógica más significativa en cuanto a la temática de situación de calle. Partir de crear y ofrecer un espacio-tiempo en el cual se pueda dar comienzo a una genuina escucha. Escucha clínica que permita el despliegue de superficies de inscripción posibilitando el reconocimiento de las autorías. Este punto es imprescindible, ya que, por un lado, los espacios ofrecidos son escasos o nulos, y por el otro, el abrirse a espacios de escucha, donde se valorice el pensar y el “creer creando” que posibilite al sujeto realizar movimientos creativos pensantes[8], está por demás obstaculizado para las personas en situación de calle, por los sucesivos desencantos, desilusiones y frustraciones.

Para comprender esta realidad social y explicar por qué algunas personas han llegado a esta situación es importante tener en cuenta los factores de desgaste familiar a nivel vincular, como así también las instituciones por las que la persona ha pasado y/o pasa, y la falta de respuestas por parte de las mismas a su situación. El espacio a ofrecer, tiene que posibilitar la pregunta, que el sujeto se encuentre con su autoría y su capacidad de elegir, que la diferencia se propicie y se permita, que el conocimiento circule, que se acepte y se promueva la intimidad sin que suponga un secreto.[9]

Otro aspecto a tener en cuenta es el encuentro grupal, en el cual los espacios entre (intersubjetivos) se van abriendo y la confianza comienza a afianzarse. Se podría trabajar con la riqueza de la grupalidad para detenernos en el conocimiento, información y saber de sus miembros, focalizando la interacción en la heteroestima[10], que en palabras de Jorge Gonçalves da Cruz, significa el “reconocimiento y acogimiento por los otros significativos”. Las similitudes en las vivencias de los participantes del grupo, la identificación mutua y el ponerse en el lugar del otro, son cuestiones que enriquecen, posibilitan y potencian el intercambio. Como finaliza el curso Alicia Fernández, en su mensaje de cierre: “el espacio grupal es un potenciador de la alegría y el humor”[11]

De esta forma, es importante trabajar en la construcción identitaria[12]. En qué es aquello que se mantiene constante de cada uno, y qué lo que va cambiando. Este reconocimiento es lo que posibilita dicha construcción, la posibilidad de historiarse, apropiarse del saber de la propia experiencia[13]. En palabras de Piera Aulagnier: “Esto significa que la construcción identitaria -permeable y dinámica- pone en juego un trabajo de “AUTORÍAS”. Trabajo que supone un YO que se sitúe como autor, que se coloque y asuma la responsabilidad de ser su propio auto-biógrafo.”

La psicopedagogía tiene en sus manos un desafío al pensar en la intervención con personas en situación de calle. Vientos de cambios que auguran mejores condiciones paras las mayorías latinoamericanas, tienen que ser acompañados por el soplido de nuestras prácticas, que aceleren un cambio cultural tendiente a la inclusión de aquellos olvidados, o más bien aplastados por el neoliberalismo. Está en nuestras manos volver a creer en utopías, para seguir avanzando.

 

 

Bibliografía consultada:

 

-        Módulos I y II del curso virtual “Autorías Vocacionales”, dictado por Alicia Fernández y Jorge Gonçalves da Cruz desde el espacio EPSIBA

Apéndice N°2 y 3 del primer módulo.

-        Alicia Fernández, Los idiomas del aprendiente, capítulo XII. “Desmentir-oligotimizar”, Ediciones Nueva Visión, año 2000.

-        Muchas de las características de la población en situación de calle son relatadas a partir de mi propia experiencia como integrante en un equipo que trabaja con familias en situación de alta vulnerabilidad social. Para ampliar la información sobre población en situación de calle, se sugiere la siguiente página: http://www.mdm.org.ar/informes/17/Informe-Salud-en-la-Calle-2007-2009-MDM.pdf

-        http://www.mdm.org.ar/prensa/articulo/130/Jornada-por-los-10-anos-del-Programa-Salud-en-la-Calle

-        E. Giberti y A M Fernández: La mujer de la ilusión, Buenos Aires, Paidos, 1993,

-        Diana Kordon y Lucila Edelman, entre otros, La impunidad: “Algunas consideraciones sobre la articulación entre psiquismo y sociedad” Editorial: Sudamericana. 1995.

 



[1] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES MÓD I, p. 9

[2] “Mitos sociales, que constituyen un conjunto de creencias y anhelos colectivos extremadamente sensibles a lo histórico” E. Giberti y A M Fernández: La mujer de la ilusión, p. 162

[3] “En la alienación, se impone un discurso al sujeto desde el exterior, y éste lo asume como propio, convirtiéndose a su vez, en portavoz”, Diana Kordon y Lucila Edelman, entre otros, La impunidad. página 50

[4] A. Fernández, Los idiomas del aprendiente, p.  207

[6] Ley N°13.956 de la Pcia de Bs As, sancionada en febrero de 2009 y promulgada meses más tarde, pero que aún no fue reglamentada

[7] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES MÓD I, p. 8

[8] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES Ap 3 al Mód I

[9] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES Ap 2 al Mód I

[10] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES MÓD I, p. 18

[11] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES DOSSIER DE INTERCAMBIO final

[12] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES MÓD I, p. 17

[13] E.Psi.B.A. Curso: AUTORÍAS VOCACIONALES MÓD II, p. 4

 

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