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Autorías (Idioma: castellano)

Autorías

Autor: Lic Maximiliano A. Reyes. Psicólogo Clínico.  
Contacto: maxireyes123@hotmail.com 
Domicilio: Neuquen Capital, calle Salta 369, 1 B. CP: 8300  
 

 

                                                                                                                                     “el deseo es el apetito acompañado de la conciencia del mismo

B. Spinoza (1632-1677)- Ética

 

  El concepto de Autoría que propone Alicia Fernández, es un aporte indispensable en los tiempos que corren, y a su vez, es una invitación a enfrentar el plan capitalístico de desmantelamiento de la subjetividad a nivel colectivo y singular.  Espacios de enfrentamientos y toma de posiciones, en una batalla que avanza y en donde la contienda es desigual.

   Esta herramienta es una propuesta de pensar la realidad y pensar-se a partir de un estar clínico, que permite resistir ante el avance de tantas teorías, métodos y practicas psi afines a lo capitalístico, con pretensiones de arrasamiento de subjetividades que hacen diferencia e inconscientes que protestan.

   Es posible leer a partir de la idea de autoría esa correspondencia con respecto a la continuidad de un trayecto de aportes que han gravitado en suelo argentino, desde aquel enunciado pichoniano de “transformar lo siniestro en maravilloso” y que de algún modo inaugura una forma de estar clínico ético-estético en el campo de la salud mental,  hasta la continuidad de aportes de diferentes autores: Sara Paín, Eduardo Pavolvsky, Ricardo Rodulfo, entre otros.

   En esta línea, de continuidades y discontinuidades, en la que se inscribe la autora Alicia Fernández, se puede asociar el concepto de autoría en resonancias con aportes de autores como Rodolfo Bohoslavsky y Fernando Ulloa.

   Pero antes de acoplar con esos autores resulta interesante rastrear el significado del concepto de autoría, en su derivación de la palabra autor, donde la señora María Moliner en su diccionario lo asocia al derivativo del latín “auctor”, que hace referencia a la idea de creador,  y este de augere que tiene su raíz en la derivación indoeuropea de aug, que significa la acción de aumentar. Así autoría/autor-a se relaciona de algún modo con las palabras: autoridad, auxilio, augurio, aumento.

   En esta búsqueda de sentido etimológico y construcción histórica del concepto, es interesante el análisis que propone el filósofo italiano Giacomo Marramao, donde expone la redefinición del concepto de autoridad para diferenciarlo de los regímenes políticos de autoritarismos del siglo XX. Coincide que en el origen de la palabra auctoritas se encuentra aug, y destaca que “junto con augurium y auctor, encierra el significado de un aumento hiperbólico: de un incremento no meramente cuantitativo sino simbólico” (2013: 29). Y es en ese análisis de filosofía política que pone en relación la auctoritas y la potestas - autoridad y potestad-, desentrañando la relación entre la potencia y el poder, una potestas regia que traduce y señala la potencia simbólica (incremento de sentido) de la autoridad en un sistema de signos por medio de un poder representado e institucionalizado. La tensión se produce cuando el excedente de sentido o redundancia de la autoridad no logra ser codificado por el sistema de signos potestativo.

   Desde esta perspectiva de filosofía política podemos entender que la palabra autoría se construye a partir de la autoridad y su respectiva potencia simbólica para la acción, arrastrando consigo una complejidad que no es menor, ya que su disposición problemática atraviesa desde lo singular a lo colectivo, con tensión entre el incremento hiperbólico de la potencia y su relación con el poder que tratará de regularlo.

   Volviendo a las resonancias autorales, resulta interesante el acople que se puede hacer de la autoría a modo de continuidad con lo propuesto por Rodolfo Bohoslavsky. Este autor realizó uno de los mayores aportes al campo de lo vocacional, destacando la importancia de la estrategia clínica y el carácter preventivo de las prácticas vocacionales en el campo de la  salud mental. Su agudeza clínica lo llevó a criticar su propio trabajo en pos de una mirada más política y liberadora, a la altura de su momento socio-histórico.  Lo que interesa acoplar con el tema de autorías son sus denominaciones de “encrucijada vocacional” y “crisis de alineación”.

   Con respecto a la encrucijada vocacional, podemos pensar que es el terreno desde donde parte la autoría, lugar donde se cruzan múltiples variables y dimensiones (económicas, políticas, educacional, familiar, etc.) que determinan las elecciones y decisiones de los sujetos, incluso sus propias afecciones.

   Ante semejante panorama Alicia Fernández recurre al paradigma de la complejidad para lograr problematizar la escena que se propone en tal cruce. Es el punto donde la autoría asume el desafío de favorecer la apertura de espacios (espacios/tiempo entre, habitado por posibles) que se fugan y despejan de algún modo de la encrucijada inicial.

   A su vez, las autorías también se pueden erigir a modo de tarea en el intento de abordar la crisis de alienación, a partir del enunciado crítico que propone Bohoslavsky: “instaurar en el lugar definido por la conciencia en crisis, las tareas conducentes a una conciencia de las crisis” (1975: 7). Quizás tarea imposible en tanto pretendida perfección y elaboración, nos enseña Fernando Ulloa, “pero no como intención, pues dejan de hacerlo en el intento de hacerlo. Esto es lo que hace a la diferencia: la intención como medida de lo posible” (2004: 12). Intentos que experimenta el estar clínico en la encrucijada, aún en condiciones desfavorables, con cierta postura vocacional[1].  

   Continuando en esa línea se puede pensar que la encrucijada en condiciones mortificante pone en crisis la conciencia, produce sujetos como mera hechura (aprisionando cuerpos, desautorizados en sí mismo), desde una pasividad que obstaculiza la posibilidad de desear, pensar, imaginar, sentir. Sin embargo la tarea de favorecer autorías (abrir espacios entre) subvierte este orden mortificante que pretende instaurarse, propiciando terrenos posibles para una toma y construcción de conciencia de las crisis, donde se forja esa alegría crítica  que alerta Alicia Fernández, dando posibilidad de estar hacedores de cultura (construyendo propia autoridad), trascender en expresiones hacia otros (nosotros), entre una ética del deseo y la responsabilidad.

   Alegría critica que nos protege de caer en la desesperanza. En un sentido spinoziano autoría es el proceso de dejar de padecer para empezar a obrar, inaugura espacios entre que permiten la pregunta por el cuerpo: ¿Qué es lo que puede un cuerpo?, y ahí se reconoce el mortecino padecimiento, se toma conciencia de la crisis, para fugar y buscar encuentros que devuelvan o funden potencias de obrar y pensar. Inaugurar incrementos de potencia simbólica, que guardan las autorías en sus orígenes, en pasiones alegres que delatan buenos encuentros para augurar la potencia de la propia autoridad.

   La importancia de este concepto-herramienta que venimos desentrañando radica en la pertinencia de su acontecer a lo largo de la vida, desde las tempranas experiencias del  jugar, hasta las elecciones vocacionales y redefiniciones de proyectos a lo largo de la vida. En espacios que alojan, con sus determinaciones y condiciones, en creaciones de recintos entre que favorecen resonancias íntimas y reconocimientos. Son “espacios propios de autorizarse a pensar y conseguir sentir placer, y sentirse vivos a partir de ese trabajo consigo mismo” (Fernández, Alicia; 2009: 138). Este reconocimiento de territorio, anclaje, permite elaboraciones y proyectos, para zarpar nuevamente. Por eso nos recuerda que “el concepto de autoría de pensamiento, supone diferenciación, agresividad saludable, “re-vuelta íntima” y, a partir de ello, posibilidad del re-encuentro con el otro. Acceso al nosotros” (2009: 143-144).

   Autoría en sus diferentes momentos y dimensiones, es hallar-se acontecimiento para replegar pasado por re-significar y elaborar, y fugar despliegues en futuros por delinear; estar con presencia presente, recuperarse para volver a extraviarse, y así devenir.

   Así autoría deviene en su plasticidad, a veces personales, otras grupales, de pensamiento y vocacionales. Como nos recuerda Orgler Sordi: “Autoria não tem a ver com e já esta feito, não é compreendida como um produto, mas como uma abertura para o sempre inacabado” (2004: 80). Sostiene para abrirse pasos a lo desconocido, a lo nuevo, que no siempre es amistoso y se presenta siniestro en ocasiones y terminan relegando a la impotencia padeciente de las pasiones tristes, pero aún en condiciones adversas vale intentar propiciar esos entre que permiten fugar (jugar), con el esfuerzo de la razón seleccionar encuentros que propicien pasiones alegres, aumentos de esa potencia de ser. 

   A modo de cierre, un poema de Ricardo Guiraldes que envuelve la esencia del mismo obrar que dona potencia al cuerpo:  

Asimilar horizontes. ¿Qué importa si el mundo
es plano o redondo?
Imaginarse como disgregado en la atmósfera,
que lo abraza todo.
Crear visiones de lugares venideros y saber
que siempre serán lejanos,
inalcanzables como todo ideal.
Huir lo viejo.
Mirar el filo que corta una agua espumosa
y pesada.
Arrancarse de lo conocido.
Beber lo que viene.
Tener alma de proa.

                              “Regina Elena”, 1914.

 

 

Bibliografía:

Bohoslavsky, Rodolfo (1975). Lo vocacional. Teoría, Técnica e Ideología. Bs As: Búsqueda.                                                       (2007). Orientación Vocacional. La estrategia clínica. Bs As: Nueva Visión.

Fernández, Alicia (2009). Poner en juego el saber. Psicopedagogía: propiciando autorías de pensamiento. Bs. As.: Nueva Visión.

Güiraldes, Ricardo (2016). El cencerro de Cristal. Bs As.: Interzona.

Marramao, Giacomo (2013). Contra el poder: filosofía y escritura. Bs As: Fondo de Cultura Económica. 

Orgler Sordi, Regina. Os materiais da autoria. En Revista EPSIBA Psicopedagogía. “Ante el dolor social: Autorías grupales”. Nº 11. Mayo 2004. Buenos Aires.

Ulloa Fernando. Prólogo: De ocasiones y vocaciones. En Altschul, Carlos (2003). Estar de paso. Bs As.: Granica.

                                Prólogo a la segunda edición. En Baumgart, A. [et. al.].(2004) Lecciones Introductorias de Psicopatología. Bs As: Eudeba.

 

 


[1] Termino que utiliza Fernando Ulloa (2003) en prólogo al libro de Carlos Altschul: “Postura vocacional no alude tanto a un área específica de actividades en la que alguien despliega su deseo y hasta su pasión por lo que hace (aunque esto continúe siendo válido), sino que la ocasión no propicia obliga a desplegar, durante el tiempo que sea necesaria, la tenaz intención de no resignar algo esencial a titulo de vocación: una manera de hacer las cosas, un intento esforzado por lograr que esa ocasión, aun adversa, apunte a transformarse en camino y no en prisión”.

 

 

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